Historia de los primeros compatriotas emprendedores, Gracias a Don Emilio Fonseca y Don Eduardo Cortez Valladares.
Los hermanos Ricardo Yu-Way y Federico Yu-Shan laboraron varios años con los León, pero en 1920 decidieron renunciar a su trabajo, y con el dinero qué habían acumulado de sus salarios, inauguraron un negocio que se llamó Federico Yu-Shan y Cía. La tienda pronto empezó a rendir ganancias, pues la afluencia al mineral de muchos estadounidenses y europeos, así como de trabajadores de todas partes de Latinoamérica, estimulaban el empleo y por ende el consumo de todo tipo de mercaderías. Está firma llegó a tener, entre los años 20 y 30, cuatro casas comerciales: dos en San Juancito, una en el mineral de la Rosario Mining Company y la otra en Tegucigalpa, Federico atendía las de San Juancito y Ricardo administraba el negocio en Tegucigalpa.
Ellos continuaron la tradición de contratar empleados chinos. En tegucigalpa, acompañaron a Ricardo, como empleados de la tienda, Juan Yu-Muy, Manuel Fu, que era el cocinero, y Arturo Ham. Los que trabajaban en San Juancito con Federico eran Luis Quan, quién era el hombre de confianza; Luis Lam, Fermín Pon, Camilo Cijis, Joaquín Jiménez, Lorenzo León, Antonio Quan, Alfonso Chang, Luis Chávez, Constantino Chang, Jesús Sion y Alberto Young: con los años se fueron agregando otros. El éxito de los hermanos creció tan rápidamente, que en pocos años se convirtieron en los primeros empresarios, en la historia de Honduras, que incursionaron en el floreciente negocio de la aviación. En efecto en 1930, mucho antes de que se fundara el ya fenecido Servicio de Aviación Hondureña Sociedad Anónima (SAHSA), ellos invirtieron capital en la compra de aviones. Ricardo que era muy amigo del médico de la Rosario Mining Company, el Dr Pon, habló con él para establecer una empresa de Transporte aéreo en Honduras. Compraron un avión de dos motores y fundaron la primera empresa de aviación en el país, llamada WANSA.
Después de varias décadas de negocios en Honduras, los Yu-Shan, junto con los León, Quan y Pon, de hecho conformaban la tercera parte de las mejores tiendas de la capital. Ya para los años 30, los negocios fueron manejados sobre todo por el hermano menor Federico Yu-Shan.
Benito Ham recuerda que, inicialmente, él recibió un préstamo de Federico Yu-Shan para abrir su negocio, al igual que muchos otros chinos.
Por: Eduardo Cortéz Valladares.
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